Thursday, December 04, 2008

Nuestro hombre en Santo Domingo

Una humedad ambiental que se podría untar en una tostada, un anuncio navideño con banda sonora de Luis Miguel, dos jóvenes negros empujando una motoneta por una autopista sin iluminación, plátano frito, cerveza suave y cielos inmensos, desayunos con banda sonora de Luis Miguel, animadoras neumáticas -¡neumatiquísimas!- en los partidos de baseball de la televisión, coches cuyo depósito se llena como el de un mechero clipper, más plátano frito, aires acondicionados prehistóricos a temperaturas glaciares, autobuses que te hacen comprender el concepto guagua, museos sin seguridad y el uniforme de Pancho Villa, viajes en coche bajo el código de circulación de Mad Max con banda sonora de Luis Miguel, vodka y zumo de naranja a ritmo de bachata -si, el hombre blanco también baila cuando insiste según qué mujer- y merengue, aun más plátano frito y la extraña sensación de una memoria atávica que hace que un lugar tan extraño y ajeno resulte, con todo, familiar.

Le Pédant ha vuelto del caribe con las pilas cargadas, esperemos que sean alcalinas.

2 comments:

Anonymous said...

Memoria atavica?

Espero que por fin comprenda mi obsesión, perdon queria decir osssessión con Luis Miguel

Quemador said...

Si, algo así como los platelmintos.