Thursday, July 31, 2008

Poner una pica en Baeza

Aquellos que me conocen sabrán que dentro de poco hará dos años desde que empecé a ganarme el pan con el sudor de mi frente tras haber pasado toda mi vida sin un duro, pero sin dar el más mínimo palo al agua; en este tiempo he pasado por bastantes proyectos, la mayoría de los cuales no han visto todavía la luz.

Pues bien, tengo el placer de presentarles uno de los que sí la han visto:


Por desgracia, esta es sólo la mitad del proyecto, ya que el proyecto completo consiste en dos proyectos gemelos para Úbeda y Baeza. Pero bueno, menos da una piedra y ya pueden disfrutar de él.

Mi participación en este proyecto fue bastante limitada, algo de brainstorming al principio del proyecto y la programación de la ficha multimedia en la que aparecen las fotografías de los edificios de interés, pero le cogí cariño al proyecto.

Wednesday, July 09, 2008

Grandes Colgaos de los 90: Robert Downey Jr.

En multitud de conversaciones entre el cerebro detrás de La Muy Peligrosa Casa de las Coda y mi augusta persona surge un hecho absolutamente innegable, tan cierto como que David Bowie viene de otra galaxia: en los 90 estábamos todos colgadísimos.
Es cierto, no intenten negarlo, la única alternativa a la depresión suicida era el ofuscamiento etílico, nadie puede culpar al ser humano en general por haber pasado aquellos años cocidos ¡era una cuestión de supervivencia!

Pues bien, aprovechando que su nombre está de nuevo en boca de todos y que difícilmente encontraría a alguien que encarnase mejor ese espíritu endrogallante de la década pasada les presento al primer Gran Colgao de los 90: Robert Downey Jr.



Robert Downey Junior, hijo de director de cine independiente, actor de talento, miembro oficioso del Brat Pack cinematográfico, joven promesa y estrella estrellada nació en Nueva York, la Babilonia de todas las Babilonias, en el año 1965 -como Dr. Dre y Trent Reznor, otros dos pasaos finos-.
Entre sus mayores logros fuera del escenario figuran conducir drogado hasta las cejas con una Magnum en la guantera y chimparse a Sarah Jessica Parker, dos proezas por las que se merece mis ovaciones y una estatua ecuestre en la plaza mayor de todos los pueblos de aquí al Village.

Deberíamos haberlo visto venir; si uno de tus primeros papeles de importancia es el de joven nihilista y drogadizo en Menos que cero (adaptación de la novela homónima de Bret Easton Ellis, alabado sea) está claro que en unos años vas a conducir por la línea continua con pasión, aunque, según palabras del propio Robert, su afición a las sustancias supercalifragilísticas había empezado a la edad de ocho primaveras.
Es probable que esa temprana afición a la drogaína le cualificase para colaborar en el Saturday Night Live, programa donde hizo sus primeras actuaciones de relevancia y donde probablemente depuró su estilo a la hora de enchufarse, a fin de cuentas de esa misma escuela salió John Belushi.

Uno de los puntos álgidos de su carrera fue su excelente papel en Chaplin, película en la que encarnaba al pionero actor, guionista, director y productor de cine. Downey hizo un papelón y fue nominado al Oscar, por desgracia ese año fue especialmente bueno para el séptimo arte y compartió candidatura con bestias escénicas como Clint Eastwood (Sin Perdón), Stephen Rea (Juego de Lágrimas) o Denzel Washington (Malcom X); curiosamente el Oscar se lo llevó Al Pacino por Esencia de Mujer, sin duda el que menos lo merecía de los cinco (con todos mis respetos hacia Al Pacino; no es que lo hiciese mal o fuese una mala película, es que las otras eran sencillamente tremendas).
Su afición por los polvos mágicos se hizo mundialmente conocida pocos años después; en 1996 fue detenido por conducir como un demente por Sunset Boulevard (¿dónde si no?) cargado de heroína y cocaína. Si, amigos, nuestro viejo amigo el speedball, el causante de la muerte del ya mencionado John Belushi o del reverenciado neo-santo River Phoenix tenía al bueno de Junior bien pillado y durante cinco años alternó a partes desiguales sus estancias en el calabozo, las clínicas y los escenarios; por un momento todos pensamos que habíamos perdido a semejante fenómeno de la Galaxia A-4.



Curiosamente su retorno al mundo de los no del todo inconscientes se produjo en una auténtica bazofia de serie, Ally McBeal, donde interpretaba el papel de Larry Paul (ni me acuerdo de qué trama acompañaba al personaje). Así, al lado de la momia que actualmente se beneficia Harrison Ford, Robert volvió al mainstream audiovisual.

Desde entonces Robert se ha mantenido sobrio -o por lo menos no tan ciego y en privado- y ha escogido sus papeles con excelente criterio. Personalmente espero que el futuro le depare grandes éxitos -¿un blockbuster sobre Los Vengadores tal vez?- siempre me ha caído bien, hace falta estar hecho de una pasta especial para ser el primer Gran Colgado de los 90...y seguir vivo para contarlo.